Estos ocho pasos le ayudarán a resolver los asuntos financieros de un ser querido'o a preparar los suyos propios para facilitar las cosas a su familia.Anna-Louise Jackson 16 de mayo de 2018
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Tras la muerte de su madre, Ken Moraif tuvo que desentrañar sus finanzas. Millones de estadounidenses se enfrentan cada año a una tarea similar, pero él tenía un reto único: tenía que descifrar un código.
Su madre había detallado sus cuentas financieras en un cuaderno, pero cada contraseña estaba escrita en clave, y las pistas para descifrar las contraseñas estaban escritas en clave. Clasificar la herencia de su madre le llevó más de un año, dice.
Este nivel de seguridad es propio de su madre, antigua operadora de código morse en la Real Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial. Era «muy reservada» con su información financiera, incluso con su hijo, un planificador financiero certificado de Money Matters en Plano, Texas. «Es un nivel de paranoia que la mayoría de la gente no tiene», dice Moraif.
Aunque la experiencia de Moraif es extrema, ocuparse de las finanzas tras la muerte de una persona añade otro nivel de estrés a un momento ya de por sí estresante. Estos ocho pasos pueden facilitar el proceso:
1. No tome decisiones emocionales
El primer consejo que Moraif da a los clientes que han tenido una muerte en la familia: No precipitarse. Bajo estrés emocional, las personas pueden tomar decisiones precipitadas de las que luego se arrepienten.
Una persona que pierde a su cónyuge puede decidir apresuradamente mudarse con un hijo o vender su casa, o puede ser víctima de vendedores nefastos. «No haga cambios radicales en sus inversiones hasta que esté emocionalmente preparado para hacerlo», dice Moraif, que recomienda a sus clientes esperar seis meses para actuar.
2. Pida ayuda
Si su familiar tenía un asesor financiero, éste debería ser el principal punto de contacto. Esta persona puede encargarse de las finanzas -incluyendo la búsqueda de cuentas o la coordinación con los abogados de la herencia- mientras usted lidia con sus emociones, dice Stephanie Sandle, planificadora financiera certificada de MAI Capital Management en Cleveland. Aunque ha ayudado a clientes tras la muerte de un ser querido, dice que no apreció del todo la emoción y el estrés hasta que lo experimentó en primera persona.
No hay asesor financiero? Consigue la ayuda de otros miembros de la familia. «No intentes hacerlo todo tú mismo», dice Sandle.
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3. Consigue varias copias del certificado de defunción
Asegúrese de solicitar copias del certificado de defunción, generalmente a la funeraria que se encarga de los preparativos. Pida ayuda para calcular cuántas y de qué tipo necesitará: certificadas, largas o cortas, etc. – porque la gente suele subestimar. Moraif recomienda pedir al menos 20, porque los necesitará para instituciones financieras, proveedores de seguros y otras empresas.
4. Llame al empleador
Si la persona todavía estaba trabajando, llame al departamento de recursos humanos para notificarlo al empleador. Pregunte si la cobertura de las prestaciones continuará para los miembros de la familia, si hay un seguro de vida y el nombre de la empresa que administra el plan de jubilación.
5. Localizar el testamento y el fideicomiso originales
Si el difunto tenía un testamento o un fideicomiso (o ambos), estos documentos sirven de guía para muchas decisiones financieras futuras. Es probable que se inicie un proceso legal, conocido como sucesión, para distribuir los bienes y activos, a menos que el patrimonio sea pequeño o el fideicomiso lo abarque todo.
«Este proceso es un poco desalentador si no sabes cómo funciona», dice Sandle. Recomienda trabajar con un asesor financiero, si lo tiene, o con un abogado de sucesiones, si se enfrenta a un tribunal de sucesiones, porque puede ser un proceso largo y costoso.
Si le nombran albacea de la herencia, lleve un registro de los gastos relacionados con la muerte del familiar (incluidas las facturas médicas finales). Es posible que necesite esta información cuando presente la última declaración de impuestos de la persona, dice Sandle.
6. Reunir los documentos financieros necesarios
Tendrá que localizar todas las cuentas del difunto. Cualquier preparación que la persona haya hecho será útil, pero algunas cuentas pueden haber sido pasadas por alto. El proceso no es diferente al de un detective, dice Moraif. Planifica la clasificación del correo de la persona durante al menos tres meses para encontrar la información que falta, incluyendo las facturas no periódicas, dice.
Esta lista de posibles documentos no es exhaustiva, pero sirve como punto de partida:
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Cuentas bancarias y de inversión
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Cuentas de jubilación
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Extractos de hipotecas y otros préstamos
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Pólizas de seguro
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Declaraciones de impuestos
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Facturas -incluidos los servicios, los suministros, las tarjetas de crédito, los impuestos sobre la propiedad
7. Preparar la declaración de la renta
Al año siguiente, deberá preparar la declaración final de impuestos del difunto, así que recopile toda la información que le facilite ese proceso. Además, es posible que haya que presentar una declaración de impuestos sobre el patrimonio si éste supera los 11 dólares.2 millones.
8. Utilice esto como una experiencia de aprendizaje
Mucha gente no piensa en lo que dejará al morir. Pero si has tenido que arreglar las finanzas de otra persona, sabrás apreciar lo arduo que es el proceso.
«Nadie quiere pensar en la muerte, pero si se habla de ello con antelación y se tiene un plan, es mucho más fácil para los supervivientes», dice Sandle.